Padre nuestro que estás en los cielos
borra las huellas inútiles que me surcan
despierta mis sentidos
para vivir como gaviota
líbrame de la repetición
y de las palabras que no expresan verdad
dame luz interior
y serenidad
que la soledad sea el encuentro
que el silencio sea la música
que la paz el presente
y el horizonte la suma de anhelos reducidos a una linea.
Hoy me enseñaste una vez más
lo superficial
lo engañoso
del ego ,
que al atardecer se oculta avergonzado.
Padre nuestro que estás en ese cielo
esta vez
lo despido,
para siempre.
Agradezco con humildad tu enseñanza!
2 comentarios:
Hermoso el poema-oración, de mucha sensibilidad.
La poesía se integra a las imágenes y ambas se nutren y enriquecen.felicitaciones Gra!!!!!!
Mucha profundidad en la oración
Que inmensidad en esa pequeña imagen.
Sigo leyendo.
Gracias!!!!
Mirta
Publicar un comentario